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PRIMERES

VOTANTES

En Argentina, les jóvenes pueden votar desde los 16 años. Ésta ley fue promulgada en 2012, durante el segundo gobierno de Cristina Fernández y desde entonces sólo trajo cuestionamientos desde diversos sectores. Les jóvenes que emitirán su voto por primera vez en las elecciones presidenciales no han vivido en carne propia ninguna de las crisis económicas anteriores, su realidad dista mucho de aquellos que conocieron los trueques de 2001, sin mencionar de los que se organizaron frente al autoritarismo, violencia y muerte de la última Dictadura Militar. Sin embargo, estos “centenials” alimentaron sus ideales durante el crecimiento de la grieta y en el periodo de democracia donde más derechos se adquirieron.

Las elecciones PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) realizadas el 11 de agosto sólo han servido para tener un panorama más claro de lo que pasaría con los dos partidos más fuertes de Argentina. Los mismos no han presentado pre-candidates para conformar la lista, sino que han sido una especie de costosa encuesta que puso en jaque al poder de turno. La dupla por el Frente para Todos, Alberto Fernández y Cristina Fernández (Les FF, actualmente opositores) sacaron el 47,78% de los votos mientras que la de Cambiemos, compuesta por el presidente Mauricio Macri y Miguel Ángel Pichetto sacó el 31,79%. De los presentados, cuatro partidos no podrán presentarse en octubre por conseguir menos del 2,5% de los votos.

En total están habilitados para ejercer su derecho al voto 984.725 jóvenes que comprenden un 2.8% del padrón total. Y, según la Cámara Nacional Electoral, al menos 140 mil jóvenes no van a poder ejercer su derecho a votar por no haber cumplido con la renovación obligatoria del documento correspondiente a los 14 años, o porque, a pesar de haberla hecho, no fueron debidamente incluidos en el padrón electoral. 

¿Cómo piensan estos jóvenes? ¿Cuáles son sus ideales? ¿Cómo se informan?

Sofia Jovenes por el Clima

“Me parece que estamos rompiendo estereotipos”, dijo Sofía, parte de Jóvenes por el Clima

“Se piensa mucho en el estereotipo de jóvenes que no podemos tener un pensamiento crítico y, la verdad, me parece que estamos rompiendo eso. Estamos llevando la empatía como bandera, estamos luchando contra las injusticias que vivimos, pero también por las que no, por las que sufren otres”, nos contó Sofía que tiene 16 años, vive en CABA y que se presenta como activista de Jóvenes por el Clima.

Desde Bondi Fotográfico consultamos a siete jóvenes militantes que representan diferentes causas o partidos y que han formado su posición durante los últimos años. Todos elles coincidieron en que su mayor fuente de información son las redes sociales, seguida por grupos de Whatsapp donde charlan, memes de por medio, sobre las novedades del día. Casi ninguno de elles mira televisión abierta, sin embargo son conscientes que transitan la época de la posverdad, y es por eso que leen “lo que opinan otras personas para saber cuáles son sus inquietudes”, refuerza Sofía.

Influenciades por Greta Thunberg (vale googlear) crearon Jóvenes por el Clima, una organización sin fines de lucro que busca concientizar sobre el cambio climático a nivel mundial y es donde Sofía hace mayor hincapié: “Es terrible que la gente no sepa lo que está pasando. Deben comprender por qué nunca se había visto tanto el tema del cambio climático o por qué no había sido tan grande hasta ahora. Me parece que los medios de comunicación estuvieron ocultando lo que estaba pasando, cómplices de las empresas contaminantes. Ese es el primer gran paso: concientizar.”

Luana, Santa Lucia, campo

“Para mi nada es más importante que apuesten al campo más que a las ciudades.” nos contó Luana, 16 años, estudiante en Santa Lucía.

A 190 km de Capital Federal entrevistamos a Luana nacida en Santa Lucía, en el partido de San Pedro en la Provincia de Buenos Aires. Ella vive en el campo y su hacer es desde ese lugar. No milita políticamente para ningún partido, sus vivencias son muy distintas de las de cualquier pibx de capital o el conurbano. En la escuela tiene materias como huerta y vivero, maquinaria (aprenden a manejar tractores) cereales, pollos y chanchos, ganadería y leche, vacunas. En su Instituto, al terminar 7mo año se reciben de Agrónomxs y en su curso son sólo 7 estudiantes: 6 mujeres y 1 varón. A Luana no le interesa la política sin embargo, tiene una posición tomada. “Nosotros sin el campo no podemos producir nada de lo que se vende en el mercado, para mi nada es más importante que apuesten al campo más que a las ciudades. El tema es que nosotros  quedamos más pobres, ahora empezamos a pagar una cuota de carne que antes no podíamos pagar con el otro gobierno. Hay gente que en lugar de comprar nuestros productos que son más baratas quieren comprar algo de fuera que supuestamente es mejor y se quejan por los precios”.

 

En Santa Lucía existe la Semana de la Juventud, donde algunos colegios organizan una jornada para limpiar su pueblo de lo que otres jóvenes ensucian. Luana nos contó que también reciclan tela, botellas y decoran los árboles pero que “algunos chicos lo arruinan y se roban cosas -y agrega- es el único evento que va todo el pueblo porque después no hacen nada”. “Acá agroquímicos no usamos porque hace que la planta cada vez resista más y que después necesites más plata y más cosas para poder eliminar la maleza que sale. Hacen todo el proceso más rápido pero después con los años es peor. A nosotras los profesores nos dicen que si hay que usar agroquímicos, debemos ponernos trajes para no contaminarnos, porque nos podemos enfermar, dicen que a la larga de tanto hacerlo te hace mal, así que imagino que consumirlos también”, remarcó Luana.

Nieves, Bajo Flores

“Tienen que fijarse sobre el pueblo, no solo sobre la gente que tiene más alto nivel, sino también en los bajos niveles que sufren carencias. Hay mucha pobreza.” aclaró Nieves, 16 años, promotora de género en el barrio del Bajo Flores de Buenos Aires.

A partir de los sucesivos Encuentros de Mujeres, la primera marcha #NiUnaMenos en 2015 y la lucha por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, las mujeres, lesbianas, trans, travestis y no binaries, han dado cátedra de organización bajo la bandera del feminismo que se abraza como la única alternativa al sistema capitalista y sus opresiones sobre los cuerpos feminizados. Se empieza a cuestionar todo: educación, sexualidad, relaciones, dietas, cuerpo y las formas de pensar la política. Los feminismos empiezan a debatir, fijan posición y se entrecruzan conceptos sobre la vida actual. Sin embargo, hay algo que les abraza a todes: la organización a través de asambleas, en donde se práctica la horizontalidad, y las vejaciones sufridas por éste sistema machista.

“Ser promotora de género es apoyar a chicas sobre educación sexual, darles consejos para que se cuiden o que hablen de sus problemas  si es que algún novio le golpea o le hace sentir menos. Tratar de apoyarla sobre todas las cosas, y con nuestro grupo tratamos de ser más comprensivas con ellas”, nos cuenta Nieves de 16 años.

 

Según datos correspondientes al 2018, en Argentina, 109 mil adolescentes y 3 mil niñas menores de 15 años tienen un hijo cada año, lo cual representa el 15% de los nacimientos ocurridos en el país. La cifra muestra que, por día, 306 menores de 19 años se convierten en madres: 240 por primera vez, 50 por segunda y 10 por tercera. El 70% de esos embarazos no fue planificado. El Plan Nacional de Prevención del Embarazo no Intencional en la Adolescencia, que llevan adelante desde los ministerios de Salud, Desarrollo Social y Educación reflejan que el 30% de les jóvenes que abandonaron el secundario, lo hicieron por embarazo o maternidad y que el 67% de los jóvenes que no estudian, no trabajan y no buscan trabajo son mujeres que cuidan niñes en sus hogares. 

 

Nieves tiene los ojos chiquitos, habla bajito pero su voz es dulce, y su abrazo nos hizo sentir en casa. Ella nació en Bolivia, pero se crió en Argentina desde muy pequeña. Es la mayor de cuatro hermanes y vive en el Bajo Flores. Allí es donde ella se mueve y genera estos espacios de confianza para sus pares. “Este trabajo es importante porque hay chicos y chicas que no tienen confianza con los profesores, porque tienen miedo a ser criticadas o juzgadas pero sí tienen esa confianza con sus amigos o compañeros. Nosotros tratamos de darles más, que confíen en nosotras, ahí pueden hablar. Tratamos de que sea positivo, que no les de miedo hablar de lo que tienen”. Cuando le consultamos sobre si prestaba atención a lo que las y los candidatos sobre la realidad que la rodea nos contestó que sí: “tiene que fijarse sobre el pueblo, no solo sobre la gente que tiene más alto nivel, sino también en los bajos niveles que sufren carencias. Hay mucha pobreza. Me llamaría más la atención que tenga puntos fijos como respuesta para solucionar los problemas, por ejemplo sobre cómo aplicar la ESI en las escuelas públicas. Eso me llamaría más la atención”.

Quillen sikuri

Estamos todes luchando por la inclusión y la igualdad, y lo visibilizamos desde nuestro punto de partida que es la música”, sentenció Quillén, 19 años.

Durante el gobierno de Mauricio Macri, la pobreza en Argentina alcanzó el 35 por ciento. El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), estima que “los 5 o 6 puntos de nuevos pobres son clases medias que no habían sido pobres antes”. Su director, Agustín Salvia, agregó que “esta inflación está efectivamente desgastando la capacidad de reservas de los sectores más pobres y de las clases medias bajas”. Frente a ésta realidad, el feminismo ha pisado con más fuerza en los barrios más pobres. Se organizan para darle de comer a les niñes y saber las necesidades que pasan sus compañeres, hacen pie donde el Estado está ausente.

 

La organización ha surgido entonces, como respuesta a todo, un grito de rebeldía en época de grieta. “Participo en una comunidad que es un grupo de warmis (mujer en quechua-aymara) y sikuris. Empezó siendo una necesidad que sólo nos juntemos mujeres a tocar porque en el mundo sikuri siempre lo hacen los hombres y bailan las mujeres. A lo largo del tiempo la vara se fue torciendo pero no mucho, entonces con mi familia, que somos mayoría mujeres, nos planteamos probar”, nos contó Quillén de 19 años que reside en Morón y es parte de una agrupación feminista de sikuris urbana llamada MamaQuilla. Y agregó: “A lo largo de las reuniones nos dimos cuenta que cada una venía con sus  situaciones personales. Ahí caímos que esto tenía una bandera política o un pensamiento colectivo que es el feminismo”.

Su nombre de origen Mapuche significa luz de luna y sus xadres lo tomaron de un viaje que hicieron al Lago Quillén en Neuquén, en el sur de Argentina. Les abueles de parte de su madre son de Bolivia pero no han transmitido las costumbres milenarias de los pueblos originarios, sin embargo, Quillén ha abrazado y hecho propia esa lucha. Ella habla de igualdad e inclusión, todes tienen un lugar en su espacio pero no han sido recibidas de igual forma por la comunidad. “Nos dicen que nosotres no sabemos nada porque no somos bolivianxs, ni originarixs o se nos pusieron en contra otras mujeres que llevan 14 años soplando… pero somos sikuris igual porque estamos acá y enseñamos lo que somos. Nos describimos como sikuris urbanas porque además de interpretar esos ritmos también le damos nuestra impronta política, de estas problemáticas de género. Ya sea la violencia, el aborto legal o cuestiones como la diversidad, también empezamos a usar el lenguaje inclusivo. Lo implementamos en las canciones y muchos nos miran como “eso no va” pero sí. Estamos todes luchando por la inclusión y la igualdad, y lo visibilizamos desde nuestro punto de partida que es la música”, sentenció Quillén.

El punto en común entre todes les jóvenes entrevistades por Bondi, ha sido la inclusión y la igualdad de derechos. Elles no dudan cuando hablan de la necesidad de políticas que abarquen a la clase media y baja, pero acompañadas de educación y ampliación de derechos. Quieren ser parte activa de los cambios que se suceden y, sobre todo, ser escuchades.

Augustin libertario

Ni de izquierda, ni de derecha, soy libre”, insistió Agustín, estudiante de 18 años.

“Me ha pasado que existe gente que me dice que la opinión que estoy dando no se condice con mi edad, entonces me dicen cosas como ‘andá a laburar’. Le ha pasado a compañeras, amigos míos, así que creo es algo recurrente que sufrimos les jóvenes”, nos afirmó Agustín que tiene 18 años y milita dentro del Partido Libertario donde su principal candidato es José Luis Espert.

 

Sin embargo, nos aclaró que su pertenencia a éste espacio no es definitoria de acá al futuro porque su principal motor son las ideas de libertad pero ¿qué es ser libertario?. “Básicamente es ser ni de izquierda ni de derecha, libres. El Liberalismo es una filosofía, no es una ideología, es la libertad en todas sus formas: promueve el respeto íntegramente al proyecto de vida de los demás, sea sexual, económico, social, político, cultural, religioso, en todas sus variantes. En ese sentido, parte de la tarea de esta propuesta es la limitación de la intromisión del Estado dentro de la vida de los individuos y los grupos, entonces la propuesta del liberalismo es reducir esa intromisión y la del libertarianismo, que es una posición filosófica un poco más radical, es la de abogar que esta intromisión se reduzca a tal punto de la desaparición de un monopolio de la fuerza como es el Estado. Toma un poco las raíces de lo que es el libertarianismo anarco comunista en su militancia por la desaparición del Estado y su propuesta de que el Estado en esencia es un monopolio de la fuerza y la violencia, nace de la coacción y del avance sobre la libertad”, nos aclaró Agustín.

Él asiste al Colegio Nuestra Señora de la Misericordia de Flores (donde fueron la Gobernadora María Eugenia Vidal y el Papa Francisco) y es el ideólogo de la creación del Centro de Estudiantes Misericordia. “Sí surgió en esa necesidad de la participación, tener una voz más colectiva y poder construir entre todos las propuestas. Es el primer Centro de Estudiantes que tendría la escuela y queremos que los chicos puedan venir y decir su problema. Esto va en consonancia con la búsqueda de sociedades más abiertas, inclusivas, que es lo que yo propongo de cara a la política más allá de lo que es este espacio”.

En Argentina existen incontables Centros de Estudiantes que se organizan en los tres niveles educativos superiores (secundarios, terciarios y universitarios) y, generalmente, se compone por todes les alumnes de una determinada institución educativa. Cada uno de ellos establece sus propios fines y objetivos, aunque en el fondo buscan lo mismo.

abril centro estudane vamos

“La gente esta escuchando mucho a Ofelia Fernández y a partir de eso suceden debates nos dijo Abril, 17 años.

Abril tiene 17 años, es la segunda de cuatro hermanas y es la Secretaria General del Centro de Estudiantes del Julio Cortázar en Almagro. En su familia siempre se habló de política en la mesa, su  madre es docente y su padre es periodista,“son gente que habla”. Nos contó que su hogar es “un espacio super ameno y se pueden tener discusiones y ahora en plan 2019 intento no tener tanta discusión para no llegar a un choque que no tiene sentido, pero siempre fue una casa donde se suele discutir política en el mejor de los sentidos y siempre me apoyaron”.

Su militancia se extiende más allá del aula, también lo hace en Vamos que es una organización política de izquierda popular y que su principal referente es Ofelia Fernández (19 años), precandidata a Legisladora por la Ciudad de Buenos Aires que unió fuerzas con el Frente de Todes (FF). “La gente la está escuchando mucho y a partir de eso suceden debates. Que ella ponga un pie en la legislatura, nos va a terminar abriendo un montón de puertas nuevas. Desde ahí está logrando que quieran escuchar nuestra versión y están dejando de hablar por nosotres. Ofelia es una pieza clave en esa situación”.

En su colegio uno de los mayores reclamos que llevan adelante es la capacitación docente que abarca desde la Educación Sexual Integral (ESI) hasta pedagogía. Abril agregó “necesitamos que nos escuchen más y estén más abiertos al diálogo”. Otro reclamo es la falta de condición y la mala distribución de las viandas escolares que debe repartir el Gobierno de la Ciudad (actualmente al mando de Cambiemos con Horacio Rodríguez Larreta como Gobernador). “A veces el pan llega con hongos, el fiambre huele feo, están pasadas básicamente, nos han tocado manzanas con gusanos”.

“Hoy día me siento un poco vocera, que es el cargo que conllevo, pero hay que  saber organizarnos y saber ser claros, concisos, correctos y hacernos escuchar. Somos  absolutamente capaces y todo lo que nosotres veamos como una necesidad tiene que ser vista. Mi aporte es encauzar las broncas, injusticias y rabias y canalizar eso en la organización, poder llevar esa la bandera”, agregó Abril que aún no tiene en claro si se va a dedicar a la política pero “lo que me gusta pensar es que existe la posibilidad y ya no resulta utópico o inalcanzable, es una situación que podría llegar a construir si yo quisiese”.

fede varon trans

“El feminismo es con les trans, travas y binaries”, aclaró Fede, varón trans de 18 años.

Fede es un varón trans, tiene 18 años y milita desde los 16. Es activista por los Derechos Trans y LGBTIQ y por el aborto seguro, legal y gratuito. Su lugar de militancia es Nueva Mayoría, un espacio de izquierda popular, que tiene como referente a Itaí Hagman (Patria Grande encolumnado con el Frente de todos). Dentro ese espacio encontró el lugar para ayudar a otras realidades y colaborar con la economía popular, con la educación en cárceles, en desalojos y también hablan con les vecines del barrio para conocer sus necesidades.

La Ley de Identidad de Género (26.743) se sancionó en 2012 y permite que las personas trans sean inscriptas en sus documentos personales con el nombre y género que elijan, sin intervención judicial, además de ordenar que todos los tratamientos médicos de adecuación a la expresión de género sean incluidos en el Programa Médico Obligatorio, lo que garantiza una cobertura de las prácticas en todo el sistema de salud, tanto público como privado. Cuando Fede comenzó a militar aún no se reconocía trans y decidió alejarse porque no sabía bien qué estaba sucediendo. Su transición fue angustiante pero a la vez feliz. A su vuelta colgó una bandera en el local que dice “el feminismo es con les trans, travas y binaries”. “La Identidad de Género no tiene nada que ver con la sexualidad, te pueden gustar las pibas, los pibes, siendo varón trans puedes ser bisexual, gay y decirle a las personas trans que las transiciones están bien, que podés cambiar y se merecen abrazo y cariño”, nos explica Fede. Él piensa que dentro de Nueva Mayoría aporta la perspectiva trans y una mirada joven, enérgica y jovial.

Vive con sus xadres, tiene dos hermanes y su gato: “desde que salí del armario como varón trans mejoramos mucho nuestro vínculo a pesar que al principio fue un choque pero creo que cerraron muchas cosas. Ellos venían de verme muy mal, de no entender qué me pasaba, yo tampoco entendía qué me pasaba y era todo como una mezcla, salieron todos los preconceptos de siempre pero después fue puro construir”. 

En un principio Fede se identificó como no binarie pero cuando trató de realizar el cambio en su DNI se chocó con la burocracia del Estado: para poder acceder a ese cambio como no binarie, debía realizar un juicio del cual sus xadres no quisieron saber nada. Frente a su necesidad y deseo, empezó el trámite para su pronombre masculino. En ese momento se dió cuenta que el no binarismo en su persona era una cuestión política y no su identidad, “yo soy varón pero no quiero la masculinidad hegemónica, no quiero que me impongan ser un varón cis, quiero ser un varón trans”. Cuando finalmente le llegó su nueva partida de nacimiento lloró como bebé y justo antes de cumplir 18 obtuvo su nuevo DNI. “Hay que darle el lugar a nuestros xadres para que hagan su duelo y se informen junto a otras familias que pasen por lo mismo”.

Su madre y padre son médicos y kirchneristas, elles valoran su posición política y lo ayudan a comprar los bolsones de verdura para llevar a los lugares donde milita. El ser joven dentro de Nueva Mayoría hace que Fede aporte sobre los temas que los mayores son “un poco escépticos” como por ejemplo el cambio climático. “A veces nos preocupan temáticas distintas y nos enriquecemos”. Sobre la responsabilidad del Estado sobre el tema trans, Fede considera que la prioridad son tres: el lograr el Cupo Nacional Trans, garantizar capacitación para el personal del ámbito de salud respecto a la Ley de Identidad de Género y contar con baños mixtos en todos los espacios.

Nuestres jóvenes han manifestado que al menos una vez fueron descalificades por su edad al emitir su opinión política pero que, sin embargo, sienten que eso fue cambiando con el transcurso del tiempo. Algo que une a ésta generación es la búsqueda de la igualdad y aquí es donde aparece la militancia como forma de canalizar las violencias y las ideas. Cada une de elles y a sus formas han utilizado espacios de organización con otres que comparten estos principios, la organización como arma para cambiar el curso de los hechos. Las políticas y los políticos de Argentina tienen como principal desafío aprender a hablarles, escucharles e incluirles en la toma de decisiones, ésta generación habla fuerte, cuestiona todo y planta sus banderas más fuerte que nunca. No darán un paso atrás y son quienes tienen en sus manos nuestro futuro.

Texto por Dana Cartannilica

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