SOMOS MAREA
Fue una intervención pensada en conjunto con Nestor Barbitta y Lucía Hernández (Dronera). Además contamos con la colaboración de Mujeres de Arte Tomar y Línea Peluda.
Utilizamos el concepto de marea por eso ésta vez la pegatina estuvo dividida en paneles: de un lado una foto que representa la fuerza de los cuerpos gestantes durante la lucha feminista y, del otro lado, un collage de ilustraciones que Línea Peluda realizó durante todo el 2018 formando el pañuelo de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
Con estos conceptos, Mujeres de Arte Tomar pensó, diagramó los cantos y coreografías para darle movimiento...

Yo soy Lucía. Yo soy parte de la Marea Verde, que movilizada por el deseo tomó la calle, la tiñó de color y la llenó de lucha. Yo soy en las otras, las otras son en mi, juntas somos una ola imparable y vinimos para quedarnos. Porque sabemos lo que queremos. Queremos sabernos libres, seguras, sanas, felices, amadas.
El 8A fue una bocanada de aire fresco, un mimo para el cuerpo y el corazón. Se respiraba la lucha y el amor en el aire. Se sabía que pase lo que pase adentro, de este lado estábamos cambiando el mundo. Por eso cantamos, reímos, lloramos y nos abrazamos con todas nuestras fuerzas. Esos abrazos me dieron el calor que necesitaba para olvidarme de la llovizna, del frío invierno y del frío Congreso. Esos abrazos los llevo conmigo, con el latido de nuestro "Yo soy" y con la convicción de que seguimos adelante. Juntas. Imparables.
Yo soy Agustina y participé de ese círculo enorme que tuvimos por refugio por un ratito en medio de la calle, en medio de otres, en medio: nosotras. La sensación fue hermosa, sabernos enormes y juntas, me dio fuerzas para el resto de la vigilia.
Aprendí mucho de ese círculo enorme: mirarse con las compañeras, y que el resto pueda mirarnos; sin apuro decir "yo soy" y sentir el latir juntas; sin tiempo pensar en lo lindo de unirse, del encuentro profundo con las otras; sin miedos porque el otro patriarcal que quiere decidir por nuestras opciones no estaba en ese círculo si no en la cuadra de enfrente; con esperanza aún de arrebatarle a este gobierno que nos abandona una pizca de derecho, una pluma que escribiera a favor de las mujeres vulneradas, de nosotras.
Más allá del resultado, todo el día como gotita que cae suavemente, casi como una lágrima sabia, me caían las palabras de "yo soy" o el tarareo compartido. Sabernos enormes, juntas y fuertes me sostuvo esas doce horas en la calle. Sabernos juntas, fuertes y enormes nos dará el poder de decidir libres qué hacer de nuestros cuerpos, que tarareos soplar a otres, que tiempos disfrutar lentos y plenamente. Yo volvería a elegir esa circularidad poderosa y protectora que supo sostenernos, que nos hizo atentas y sabias, compañeras e inmensas.


Yo soy Constanza Logares y si querés entender de qué se trata la sororidad, es esto. Mujeres que se unen en solidaridad por otras mujeres que quizás ni conocen, pero están unidas por una hermandad de amor, de darlo todo por la otra, de defenderse ante un sistema que decide sobre nuestro cuerpo y nos prohibe la libertad de elegir. ¡Cómo le pesa al patriarcado la libertad de las mujeres! ¡Les jode tanto que hasta nos prohiben elegir sobre nuestro propio cuerpo! ¡Ya no saben qué hacer!
Terminas embarazada por un sistema cruel, por violaciones, por ignorancia y el Estado te da la espalda. No te da educación sexual integral, no te da anticonceptivos gratuitos, pero si te saca la vida al expulsarte a los sistemas clandestinos.
Ante este escenario donde todo parece perdido, te abrazas con mujeres que no conoces, te emocionas, lo haces por vos, por todas, por las que están, por las que no están y por las que peligran ¡SORORIDAD!
Cuando seamos viejas vamos a contarle a las nuevas generaciones que fuimos parte de esta lucha. Sorprendidos, les va a costar creer que en el siglo XXI todavía las mujeres carecían de derechos y de igualdad. Cómo ahora nos sorprende entender la aceptación de la esclavitud, mañana va a sorprender que hubo una vez un sistema patriarcal. ¡Feliz de ver como se cae!”
Yo soy Macarena Luján, y el pasado 8 de agosto compartí una intervención que comenzó siendo artística pero terminó por ser un rito empoderador.
Un diálogo de movimientos que cuentan nuestros reclamos. Una ronda de Sororidad y potencialidad. De acompañamiento, empatía, amor y construcción colectiva. Le gritamos al cielo nuestros deseos, plantadas firmemente en la tierra y abrazadas a la compañera. Le exigimos al estado nuestros derechos, los que nos falta y merecemos. Le contamos al mundo de este proceso, que viene hace años y ya no tiene regreso.
Este camino va más allá de una sesión de senadores, este camino es el inicio de una revolución que no tiene fronteras por qué milita desde el amor. No fue hoy, será mañana. De eso no tengo dudas. Mientras tanto nos seguiremos organizando y acompañando, sosteniendo y potenciando.


Yo soy Ornella y me conecte con mi ser, me llene de felicidad, amor y lucha. Me conecte con mis hermanas que ya no están, las que nos necesitan y no tienen voz porque son calladas. Me sentí libre con el poder de gritar aborto legal, con el poder de ser mujer entera y guerrera, me despoje de los nervios y me entregué en alma y cuerpo a esta lucha feminista que me penetró de lleno y me enseña a descontruirme cada día. Fui feliz y soy feliz por formar parte de un movimiento tan grande, tan fuerte y tan nuestro.
Yo soy Palermo Cynthia. Y como otras tantas veces participé en el artivismo.. Un artivismo que transforma y me nos nes transforma. Una marea Verde que no se detiene. Sensaciones encontradas donde no soy la misma que antes. Porque ahora y siempre yo soy.. Mirada en otres mirada en mi misma. Pero no solo mirando sino viendo de verdad. Sintiendo siendo estando. Entre msj de ya salí, dale yo llevo mate, tengo purpurina verde, acá llevo pinceles, llegue, en camino.. Qué senti ? Una marea verde que hacía vibrar toda mi cuerpa mi corazón mis pies mis manos y ya no era mía solamente Sino eran Nues. Un yo soy en Un mismo Latido. Cuando terminó esta Intervención de esta fecha, cerré los ojos y sentí en este caso en particular Que Todes las que no estaban que se las llevó el aborto Clandestino se hicieron presentes ahí diciéndonos Gracias va a ser sey, confía... y me puse a llorar muchísimo con una mezcla de infinitas emociones. Donde ahi cerca siendo todes una, recibí unxs abrazxs tan tan de Somos. Una mano en mi pecho que se llenó de energía. Y un fuerte grito de: Por las que estàn. Por las que no estàn. Por las que Peligran. Aborto Legal Ya! Va a ser Ley! Y Ya No Soy la Misma... Por que ahora Yo SOY Y SOMOS. Y ASÍ LE SIENTX. LÀGRIMAS QUE NOS DAN FORTALEZA. DE UNA FUERZA CRECIENTE QUE NO SE DETENDRÁ. ABORTO LEGAL VA A SER LEY. Y AQUÍ GRACIAS. VERDESIENDO. VERDELATIENDO.


Yo soy Gisela Del Vecchio, mi latir se ha sumado al de mis compañeras MAT y al de todas las mujeres que salimos a pelear por nuestros derechos, salimos por las que ya no están, por las que peligran y para que cada vez, seamos más las empoderadas.
El 8A vibramos nuevamente en sintonía, sabiéndonos en el Juntas Somos que cada día crece más... Por un momento el tiempo se detuvo, fue muy emotivo estar bajo los carteles viendo desde atrás toda esa marea verde de cabezas empañueladas y envueltas en nuestra melodía de lucha, como un mantra. Hacia un lado veía la sonrisa amplia de una compa, tocando poderosamente su caja, hacia el otro, otra compa con su bebé en la guagüita, ahí artivando juntxs!!….
El futuro ya cambió, la herencia es otra, más allá de los tiempos que nos lleve cada victoria, nuestra mayor victoria fue descubrir que juntas somos.
Yo soy Cecilia Saux. Llegué a la plaza, sintiendo que allí profundizaríamos esta una nueva etapa. Veníamos de días intensos, debates profundos. La marea nos impulsó sororamente a mirarnos y sentirnos presentes lxs unxs con lxs otrxs. Ese día, no era otro día más. Se volvieron a inundar de pañuelos verdes las calles de muchos rincones del país entero. Todxs unidxs papitando nuestro sentires. Un solo cuerpo sororo. Sabernos juntxs. Ahí. Sentí felicidad inmensa de sabernos juntxs. Colmada de todxs las voces. Mi cuerpa no era mi cuerpa. Era la de todxs. Emocion y cantares. Ritmos y palpitares. Una imagen que proponer y un claro mensaje de presencia y de lucha. Estabamos ahi, juntxs, todxs, luchando por nuestro deseo a decidir sobre el territorio de nuestros cuerpas. Libertad y deseo. Con certeza comprendí que ya que no seríamos mas lxs mismxs: en las calles ya habíamos ganado las batallas con nuestra cuerpa sororamente. La maternidad sera deseada o no será. Por las que están. Las que no están. Las que peligran. Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir. Vivas nos queremos.


Yo soy Marcela Rossito, llegué a la plaza el 8A para ser parte de algo que nunca imaginé tan poderoso. Entre brillos, risas y canciones, con la poesía de una lucha que nos precede, que se reinventa en cada verso, estas enormes mujeres iniciaron un abrazo infinito, como sus voces, como sus miradas.
Tímidamente me acerqué, no dudaron en sumarme. Yo soy, me invitaron a pensarme. Yo soy, me empujaron a animarme. Yo soy. En ronda, como si el mundo fuera ese girar de corazones verdes palpitando al unísono, agarradas bien fuerte de las manos, de los brazos, cantando, mirándonos, sintiéndonos ser una en la otra, en las que nos rodeaban, en las que ya no están, en la lucha, en el universo mismo que vive en cada una, sentí la piel "de gallina". Sentí la piel, punto. Sentí los brazos, las manos, la cara, los ojos, sentí cada parte de mi cuerpo como si nunca lo hubiera sentido, como si se estuviera construyendo en ese ritmo acompasado de valor y convicción. Porque nunca estuve tan segura, nunca lo vi tan claro. La Revolución está en nuestras manos y llegó para quedarse.
Yo soy Susana Gaggero, parte de este colectivo que junto a otres pintó de verde la ciudad, marchando y ocupando las calles y otros espacios.
Pensamos y repensamos, cuestionamos, crecimos y nos empoderamos.
Nos fuimos entrelazando, tejiendo redes entre todes, sosteniendo, convidando mates, maquillajes, etc. Nos emocionamos, nos abrazamos, nos cuidamos, rompiendo con el modelo que nos han formado de competitividad y rivalidad. La sororidad como decisión política.
Después de este camino somos otres, nuestro pañuelo verde emparentado con aquel de las abuelas y las madres seguirá en las calles. Porque ellas nos enseñaron que la única lucha que se pierde es la que se abandona. Juntas somos imparables. Enormemente agradecida por ser parte de la historia y de la marea verde. Por las que están, por las que no están, por las que están en peligro, seguiremos peleando por el aborto legal en el Hospital .


Yo soy Luciana y el 8A llegué a la plaza llena de entusiasmo, de adrenalina, de lucha colectiva, de accesorios verdes pensados días atrás, algunos ya usados, otros nuevos, compartidos, regalados... Empoderada por no estar sola, por tener miradas cómplices, sonrisas que acarician el ama, gritos que desahogan, cantos que liberan, bailes que alegran. Llegué a la plaza sin miedo, sabiendo que ahí estaban ustedes, todxs y cada unx, con sensaciones parecidas, con pañuelos verdes que nos unen, nos representan, con el mismo deseo. Llegué a la plaza y seguiré llegando hasta que Sea Ley... Ya estamos juntas, ya somos distintas, ya nada nos detiene. Juntas verdes somos!!!!!